Lunae Lumen
Un poco de todo... música, libros y una historia que apenas inicia.
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martes, 4 de junio de 2013
...... Según la especie de plano
que me dieron el día anterior, debía subir la escalera del ala norte del
colegio para poder encontrar mi habitación, mis zapatos chillaban contra el
piso, se notaba el entusiasmo, por decirlo de algún modo. El pasillo se hacía
largo, 201, 202, 203, 204... ¡BINGO! 205,
revolví los bolsillos de mis jeans negros favoritos hasta que encontré la
llave, la introduje y entró con suavidad, tan fácil que parecía como si me
estuviera esperando. Un acogedor cuarto se encontraba tras la puerta, todo era
blanco, excepto la cubierta de la cama, esa era de un rosa pálido muy hermoso.
El exceso de frio era evidente, algo extraño en un día soleado, casi al
instante me quedé paralizada frente a la enorme ventana a cuadros por la que
entraban los pocos rayos de luz que aún quedaban del día. Me quedé como
hipnotizada, aquella vista era espectacular. La cama parecía cómoda, poco a
poco me senté sobre ella, hasta quedar totalmente acostada, traté de cerrar los
ojos y relajarme, pero el sonido que producía el reloj cromado, y a mi parecer
antiguo, no me permitía hacerlo, las seis
y un cuarto, según mi horario debía estar lista a las siete en punto, estricta puntualidad. Un poco fastidiada
empecé a contar los azulejos grisáceos del piso. El eco de alguien que llamaba
a mi puerta me sacó de esa especie de trance.
lunes, 3 de junio de 2013
Creí que este día tardaría
más en llegar. Por un lado, siempre lo tuve en mente, solo esperaba posponerlo
por un tiempo más. Si quiero proteger a mi familia debo entregarme, Rachell y
su padre son lo más importante, ellos ya se han sacrificado lo suficiente, es
mi turno.
Uno.
Uno.
Mi nombre es Sophie, Sophie
Bellew, y toda mi historia gira en torno al día que lo conocí. Ahí estaba,
parada frente a lo que sería mi nueva escuela y en teoría mi nuevo hogar, el olor a césped recién cortado
inundaba aquel enorme jardín por el cual minutos antes había entrado. El escudo
se irguió imponente ante mí, perfectamente tallado en piedra casi azul. Bien, entremos, susurre para mí. La
mezcla de aromas me mareó un poco, algunos perfumes eran muy dulces, por otro
lado se encontraba el aroma de limpia-pisos que utilizaban, cítricos. Me abrí paso entre alumnos con
uniformes increíblemente arreglados, se ven tan perfectos con ellos, al
instante supe que no sería fácil adaptarme, parecen
máquinas.
Hola!
Pues acabo de empezar la loca idea de abrir un blog :) me encanta leer y he inventado mi propia historia espero que sea de su agrado!
También me gustaría de vez en cuando comentar sobre los libros que he leído y compartir un poco de ese mágico mundo llamado lectura.
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